Buenos días a todos;
Como todos sabéis este año se ha cumplido el 60 aniversario del tratado de Roma, inicio del gran éxito de la integración europea, pero ya hace más de dos mil años, fue arrestado por las tropas del Imperio un joven judío, llamado Saulo, fue apresado por predicar. Cuando los soldados se disponían a darle un castigo ejemplar, Saulo pronunció tres palabras, breves pero suficientes: “Civis romanus sum” (soy ciudadano romano). Ante tales manifestaciones, cargadas de simbología política, Saulo dejaba de ser un esclavo para reconocerse como portador de derechos en cualquier lugar del mundo occidental .
Hoy, dos mil años después, nos encontramos aquí, debatiendo sobre cuál es el futuro de Europa, los desafíos, las oportunidades, y también la carencias que tiene la Unión para las próximas décadas.
Para quién no me conozca decirles que soy de un pequeño pueblo de Mallorca, del cual he sido Concejal de Gobierno, Alcalde, y actualmente Concejal en la oposición, y muchas veces me he preguntado cómo se puede provocar el mismo apego, cariño y respeto a mi pueblo para un proyecto de más de 500 millones de almas y 27 países. Como es posible hacerlo.
Pues bien, para mi humilde opinión quiero comenzar diciendo que la Unión Europea es el mejor proyecto político del Siglo XX. Los sueños de filósofos como Ortega, primero, y después los esfuerzos de los padres fundadores, y tras ellos, muchos sacrificios hasta llegar a la encrucijada ante la que hoy nos encontramos, han sido fructíferos.
Pienso sinceramente que el proyecto fundador de la Unión ha cumplido sobradamente sus objetivos: lograr la paz y estabilidad en Europa, formar un espacio común de libre circulación de personas, un mercado y moneda comunes.
Pero habiendo superado tales hitos, cabe plantearse cuáles son los objetivos y cómo debemos afrontarlos en el futuro desde la visión de una formación liberal de centro reformista, para impulsar un proyecto político que es la historia de un éxito.
Permítanme decirles que creo sinceramente que nos hallamos ante un momento decisivo, crucial, del que tenemos la oportunidad histórica de ser protagonistas, obviamente cada uno en proporción a sus responsabilidades.
Humildemente les digo que Europa debe ser un proyecto seductor de vida en común, afrontar además de las cuestiones planteadas anteriormente en este foro ( Como el Brexit y la Seguridad frente al terrorismo ) también cuestiones como la desafección y la pérdida de confianza de los ciudadanos hacia las instituciones y políticas Europeas, los populismos y nacionalismos, y también el papel a desarrollar de la Unión en cuanto a los territorios periféricos e insulares.
La ciudadanía Española demuestra un acentuado desconocimiento sobre la Unión , traducida sistemáticamente en una baja participación electoral; ven en la institución Europea una maquinaria burocrática ,lejana, y con un mecanismo democrático incapaces de entender.
La ignorancia de la ciudadanía frente a la Unión, y la fuerte crisis económica sufrida, han dado como resultado el aumento de los euroescépticos y alimentando un populismo antieuropeo que solamente será vencido con estados sólidos y fuertemente comprometidos con el proyecto común y con los valores de las sociedades libres y abiertas.
El apego, la confianza, solamente es posible en aquello que se conoce, que se aprecia y valora, por tanto, entre todos es necesario un esfuerzo constante de poner en valor una institución, que será pieza fundamental, en los desafíos globales que nos veremos sometidos los países miembros.
Uno de estos desafíos será combatir el populismo tanto de derechas como de izquierdas que las democracias occidentales hemos visto resurgir, y dar el debate de las ideas, de los principios y valores de nuestras democracias, y de un modelo de vida que pretende situar al individuo en el centro de su acción política.
El nacionalismo que tanto daño ha causado en nuestro continente también deberá ser combatido, y recordar a los ciudadanos de la UE las miserias del pasado y explicarles que no existen soluciones fáciles ha problemas complejos, ni soluciones concretas ha cuestiones globales.
No es que la UE quiera o deba imponer sus valores superiores de libertad y democracia, es que todos los países y los hombres y mujeres del mundo, tienen derecho a pretender esos valores para sus vidas y las de sus hijos.
Europa necesita claridad y rotundidad frente a las amenazas del populismo y nacionalismo.
La fragmentación territorial y la división son claramente contrarias al espíritu de unión, solidaridad y libertat que inspiró la creación de la UE.
Como Isleño y apoyando la reivindicación histórica de nuestro territorio frente al estado Español para dar cumplimiento al articulo 138 de nuestra constitución, donde este se compromete a garantizar el principio de solidaridad, equilibrio económico adecuado y justo, atendiendo en particular al hecho insular, también hacer extensivo la preocupación y reivindicación de los territorios Insulares y periféricos dentro de la UE.
Millones de personas, ciudadanos europeos, disfrutan de nuestros territorios singulares los cuales comparten cultura, historia, y tradiciones con el resto de Europa; su ubicación colateral al resto de la UE hace más vulnerables estos territorios y también que tenga la percepción que los éxitos de proyecto común son menores.
Creo sinceramente que el hecho insular ha estado escasamente valorado y sobretodo poco reconocido en el seno de la UE, por tanto, reclamar atención especial y diferenciada para dar respuesta a los legítimos intereses de nuestras islas.
Las Islas siempre necesitan de trato diferenciado, distinto, que corrija las acciones globales a la singularidad de las condiciones insulares.
También creo en la necesidad de poner de manifiesto los logros conseguidos y afrontar el futuro de manera atrevida, solidaria y capaz, dejando de lado el discurso victimista y negativo que demasiadas veces alimenta el euroescepticismo, y si afrontarlo con gallardía y optimismo.
Tenemos gran experiencia en transportes, y unas infraestructuras envidiables que hay que poner en valor, un clima y un paisaje únicos en el mundo, los mejores empresarios turísticos con sus compañías líderes mundiales en su campo, hay que conseguir factores multiplicadores de oportunidades y riqueza, seguramente muchos de los que estáis aquí podéis ayudarnos, es necesario además de la exigencia justa y precisa trabajar juntos.
Queridos amigos, con la humildad que debe tener quién se enfrenta a un auditorio tan preparado y ducho sobre cuestiones europeas, he intentado poner de manifiesto cuáles son los retos más importantes que, a mi juicio, nos quedan por delante.
Estoy convencido que, si los afrontamos juntos, con el objetivo de crear un proyecto sugestivo de vida en común, seremos capaces de lograr muchos éxitos para que en el futuro, donde quiera que se encuentre, cualquier europeo pueda pronunciar con orgullo y honestidad ese “soy ciudadano europeo” como San Pablo hace dos mil años.
Muchas Gracias.
24-Noviembre-2017
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